Qué no decirle a un escritor de libros para niños en la primera cita

Used with permission from Debbie Ridpath Ohi at Inkygirl.com http://inkygirl.com/comic-use-policy/

Aquí hago una traducción aproximada:
"Oye, yo también iba a escribir un libro para niños.Tal vez este fin de semana, después de que haya limpiado el desagüe. Iba a pedirle a mi sobrina que hiciera las ilustraciones, es muy buena. Digamos que podría mostrártelo cuando lo haya terminado..."

Una de las cosas más molestas para cualquier autor o ilustrador de literatura infantil es que subestimen su oficio.

Todo el tiempo uno se encuentra con personas que escriben, hacen ilustraciones, que tienen una idea maravillosa para hacer un libro infantil o que guardan su manuscrito debajo de la almohada esperando el momento de salir a la luz pública. 

No hay nada malo en que muchos sientan el deseo de escribir o de ilustrar. Todos tienen derecho a hacerlo bien sea por la necesidad de expresarse, de comunicarse, de entenderse, de explorar temas, etc.  Ni más faltaba. ¡Este derecho no es exclusivo de nadie! De hecho, considero que todos pueden llegar a escribir bien si realmente se lo proponen y le dedican trabajo y esfuerzo.

Pero otro asunto muy distinto es el de la escritura o la ilustración de libros para niños como profesión.

Algunos creen que ilustrar y escribir son actividades que uno puede hacer en cualquier momento y por tanto no requieren ningún trabajo o dedicación. Es como un pasatiempo que uno puede dejar y retomar cuando más le convenga. 

Considero que no es lo mismo cuando alguien ocasionalmente hace una pintura o escribe un poema, a cuando un autor o un artista dedica buena parte de su vida -o si se quiere- la vida entera, a este trabajo para hacerlo cada vez mejor.

Así que escribir o ilustrar para niños, así no lo parezca, es un trabajo como cualquier otro y que requiere compromiso. Esta es la gran diferencia entre ser profesional o amateur. Por tanto es una profesión que merece ser tratada con seriedad y respeto, ¿no les parece?